Por su año de nacimiento, sólo tendría permitido tramitar la ciudadanía italiana y luego el pasaporte a través de un juicio. El hombre quiere instalarse y pasar sus últimos años de vida en el país del que se enamoró.
“Bueno, estimado amigo, le voy a pasar a contar algo de lo que me ha pasado a mí para llegar a sacar el pasaporte, cuando decidí irme a Italia, porque allí es donde quiero pasar mis últimos días. Ahí es donde quiero morir”.
Las palabras son de Jorge Raúl Lino Cerda Girardi, un ciudadano argentino de 76 años que recientemente visitó la “bota europea” por primera vez y quedó fascinado. Cuenta a InfoCivitano.com su deseo, por ahora trunco, de vivir los años que le queden de vida del otro lado del charco y las razones por las cuales se lo niegan en el Consulado Italiano de Buenos Aires.
“En mi familia, todos tienen el pasaporte. A mi no me lo dan por haber nacido el 7 de agosto de 1947. A mi me gustaría terminar mis años de vida en el pueblo donde nació mi abuelo materno, porque amo Italia. Aunque lamentablemente me han negado ese derecho porque, según una ley italiana, los hijos de madre nacidos en 1947 no tienen derecho al pasaporte”, critica, en referencia a la Ley 555 de 1912.
Jorge todavía recuerda esa sensación de tristeza e impotencia que experimentó la última vez que visitó el consulado italiano de Buenos Aires. Cuando sacó su documento le dijeron que no podía hacerse ciudadano italiano.
Al salir de la oficina consular visitó a un abogado, de quien se reserva su identidad. “Me querían cobrar 3 mil euros. Ni loco iba a pagar 3 mil euros para hacer un juicio por un pasaporte. A mí me interesaba quedarme donde nació mi abuelo y recorrer todo el país con tranquilidad”, expresa.
Y agrega: “Yo tengo 76 años, pero si en Italia tengo que trabajar, trabajo. No soy una persona de dinero, pero si me voy estaría tranquilo por un largo tiempo”.
Un argentino que “daría cualquier cosa” por el pasaporte italiano
En cada cena familiar, Cerda cuenta la historia sobre el día en que le negaron su mayor deseo de vida.
“Viajé a donde nació el padre de mi madre, que era una persona sensacional, al igual que mi madre. En ese momento se me cruzaron muchas cosas por la cabeza y me di cuenta que siempre estuve con ganas de irme”, cuenta.
También recurrió a otros recursos. Su padre nació en Palma de Mallorca, la capital y la ciudad más grande de la isla de Mallorca, que forma parte del archipiélago Balear en España.
“He tratado de hacer la ciudadanía española para mudarme con el pasaporte español a Italia, que entonces ahí no tendría problema. Tengo todos los papeles, ya tengo la entrada al consulado, pero no me llaman. Supongo que es porque el programa es para personas jóvenes, que supuestamente quieren hacer su vida en otro país, y yo ya tengo 76 años”, expresa.
En cuanto a la ley que le prohíbe cumplir sus planes, dice no comprender a los italianos y tilda a los varones como “patriarcales”.
“Dicen que la mujer no sirve para dar sangre. Si un hijo se fecunda con las dos personas, es una cosa muy simple de entender y ellos no la entienden”, especula.
“Cuando puse los pies en la ciudad donde nació mi abuelo, cuando bajé del tren, no podía parar de llorar. Una persona del pueblo me preguntó qué me pasaba y me ayudaron. Yo estaba muy emocionado”, agrega.
El hombre quiere vivir su vejez tranquilo y plantea que su salud podría impedirle una secuencia de viajes cada tres meses para pasar la mayor cantidad de días en Italia, en condición de visitante.
“Estoy operado y me pusieron tres stent en el corazón. Me cuido mucho, voy al gimnasio, hago mi dieta y mi trabajo, como me indicaron los médicos”, asegura.
Y advierte que él va a continuar insistiendo con su petición: “Lo voy a hacer de forma muy tranquila porque no quiero molestar a nadie. No me gusta molestar”.
Cabizbajo, siente que tiene posibilidades de lograrlo. Y reafirma: “Es mi única voluntad. Cómo puede ser tan difícil de cumplir”.
La ley que le impide acceder a la ciudadanía al argentino
La ley italiana que establece que los hijos de madre nacidos en 1947 no tienen derecho a la ciudadanía es la ley 555 del 1912, que declaraba que la mujer italiana casada con un extranjero perdía automáticamente la ciudadanía, y por ende no transmitía más la ciudadanía a sus hijos.
Esta ley fue considerada ilegítima e inconstitucional en 1975, y finalmente derogada en 1983, reconociendo el derecho a la mujer a transmitir la ciudadanía al igual que el hombre.
Sin embargo, esta ley es retroactiva sólo a partir del 1 de enero de 1948, fecha del nacimiento de la constitución italiana. Por lo tanto, los hijos de madre nacidos antes de esa fecha no pueden reclamar la ciudadanía italiana por vía materna, a menos que recurran a la vía judicial.
No estás pagando “3 mil euros por un pasaporte”. Es muy feo como se instrumentaliza este derecho. Si en verdad lo quisieras y lo valoraras pagarías el valor.
Lo que estás pagando son los honorarios de un abogado ( honorarios establecidos deontologicamente ) y los impuestos y tasas. Esto es así pues el sistema normativo italiano requiere una “defensa tecnica” para presentar un recurso en un tribunal. Sino estás dispuesto a aceptar el sistema normativo de este país no se qué decirte ! Por otro lado con el Estudio de Abogados con los que trabajo logramos una ordenanza por via cautelar para un ciudadano a quien le negaron su permiso de residencia al ser via judicial y quien vino con una propuesta laboral.
Todos esos logros son gracias al trabajo experto de abogados. Nadie le está negando nada señor! Usted no quiere pagar el precio que corresponde para recibir algo tan precido como una ciudadanía.