El país cuenta con un nivel de ingresos alto y una buena calidad de vida. Los programas de visas de trabajo y estudio lo convierten en uno de los países más elegidos para las experiencias Work and Travel. La experiencia de un cordobés, hincha de Instituto, en el país del kiwi.
Hace algunas semanas, el gobierno de Nueva Zelanda anunció que el país superó la barrera de los 100 mil migrantes netos. Las autoridades sostienen que esta oleada migratoria está relacionada con la flexibilización de las medidas restrictivas implementadas durante la pandemia, pero también creen que su buena calidad de vida y sus políticas de promoción de la inmigración han contribuido en el fenómeno.
También es uno de los principales destinos de quienes buscan becas para trabajar y estudiar inglés, debido a la gran oferta educativa del país kiwi. El cuidado del ambiente, la amabilidad de la gente, los servicios públicos (como la educación, el transporte o la salud) son otros de los aspectos que quienes viven allí destacan. En este sentido, Nueva Zelanda es uno de los países referentes en el reciclaje de sus residuos y las políticas equilibradas con el entorno.
En InfoCivitano.com quisimos conversar con un argentino que vivió la experiencia de residir y trabajar en Nueva Zelanda para saber, desde su testimonio, cómo es la vida en el país del kiwi.
Una experiencia de crecimiento personal
Nicolás Reginatto (32) es cordobés, e hincha fanático de «La Gloria», el club de barrio Alta Córdoba, Vivió un año y tres meses en Nueva Zelanda desde Marzo de 2016. La idea surgió de un amigo que le dijo que tenía planeado ir al país de Oceanía a aprender inglés y juntar un poco de dinero trabajando en la cosecha de kiwi. «Yo estaba estancado en la facultad, perdido con algunas cuestiones de la vida, y tenía ganas de hacer algo distinto, así que me copé y en seis meses organizamos todo con otro amigo más que también tenía el mismo plan», comenta.
Nico se postuló para la visa Work and Holiday, y la consiguió. «Tenía pasaporte italiano, que lo hacía más fácil. Se que con pasaportes de España, Italia y otros es más sencillo», comenta. Aunque también se puede postular con el pasaporte Argentino, Nico dice que uno depende más de la «suerte».
En el viaje por Nueva Zelanda, el cordobés experimentó un gran crecimiento personal: «aprendí a ser resiliente, a levantarme cuando parecía que todo estaba perdido y saber encontrar la salida a las situaciones, a que hay vínculos que son más frágiles que las amistades a las que uno está acostumbrado, a relacionarse de otra forma con la naturaleza y vivir una vida más tranquilo, libre del consumo de alcohol y otras sustancias», comenta.
Al principio, Nico trabajaba mucho, pero también reconoce que gastaba mucho dinero en fiestas y alcohol. «Tenía 25 años, estaba explorando todas esas cosas», explica. «Me pasó que yo juntaba 4 mil o 5 mil NZD (dólares kiwi), pegaba un viaje y después estaba en cero de nuevo, y había que empezar a trabajar y juntar plata de a monedas, dormir en lugares que tienen habitaciones compartidas, etc. Eso de encontrarle la vuelta para hacer cosas distintas, fue clave», relata.
El inglés, una herramienta para crecer
Respecto a su relación con el idioma, Nicolás tenía un nivel básico de inglés. Había tenido el idioma en el secundario, pero no era su materia favorita ni le ponía mucho empeño. Quizás su experiencia más fuerte de hablar inglés había sido en un viaje con su familia a Estados Unidos por dos semanas. «Mi estrategia fue ver películas en inglés, primero con subtítulos en español y luego subtituladas en inglés, eso me ayudó mucho», recomienda.
También relata que, dentro de su grupo, él era uno de los que más empeño le ponía a aprender inglés para hablar con los jefes y con otros compañeros que no hablaban en español. «Así mi inglés mejoró bastante rápido». Nicolás dice que notó que los grupos de latinos generalmente eran muy cerrados, se reunían entre ellos y solo hablaban en español. «No conectábamos mucho con gente de afuera que se acercaba interesa en nuestra música y nuestros encuentros», afirma.
«A mí me gustaba traducirles un poco y así me empecé a juntar mucho más con gente de otros países que hablaban inglés más que con latinoamericanos», comenta.
El cordobés dice que los trabajos que se consiguen en Nueva Zelanda «son muy físicos». «Si uno quiere tener un trabajo menos físico, donde ponga en juego otras cosas como la creatividad, las matemáticas o el liderazgo, tiene que saber manejar el idioma inglés», lo que lo motivó a aprender más rápido.
Según el punto de vista de Nicolás, «hablar con un alemán o con un francés que habla inglés es mucho más fácil que hablar con un local, que tiene su acento, su tonada, su propio dialecto, se complica. Pero con una persona de otro país, que habla un inglés más básico y más neutro, es más fácil», opina.
Con el dinero
Nico cuenta que rápidamente comenzó a ahorrar dinero, se pudo comprar un auto y hasta invitó a su madre a unas vacaciones en las islas Cook, cerca de Nueva Zelanda. Pero tampoco fue todo tan sencillo. Para el joven es difícil precisar cuánto ganaba al mes, porque los trabajos eran por hora trabajada y se pagaba cada 15 días.
«En el trabajo que más ganaba, me pagaban unos 20 NZD por hora. «La mayoría de los trabajos que yo conseguía eran casual. Por ejemplo de una fábrica te llaman para hacer un turno capaz que de 10 horas, te llaman 5 días seguidos. Después hubo una tormenta entonces no se juntaron kiwis, entonces no te llaman por 3 o 4 días, y bueno, es así la cosa, nunca sabés bien cuánto vas a cobrar», relata.
En el momento en que más dinero ganaba, Nico cree que cobraba cerca de 1200 NZD a la semana. «Eso es muy buena plata allá. Me alcanzaba muy bien para comer, alojamiento, bebida y ahorrar. En esa época fumaba cigarrillo y tomaba alcohol entonces esas cosas salen muy caras porque hay muchos impuestos a esas cosas. Laburando a full creo que podía estar ahorrando unos 400 NZD a la semana, que es un ahorro espectacular» dice.
Para tomar dimensión del dinero, el cordobés dice que cuando vivía en el hostel pagaba unos 12 NZD por día, y en comida se le iban unos 100 NZD a la semana. «Si uno come orgánico, sin gluten, ahí se hace más caro. pero si uno lo hace básico se puede ahorrar mucha plata», agrega. Cuando tenía que comer fuera de su casa, Nico paraba en un «fish & chips» en el camino, donde por 12 o 15 NZD le servían un plato de pescado frito con papas fritas, un plato muy popular en Nueva Zelanda.
Para el entrevistado, Nueva Zelanda es caro para quien va de visita. A quienes van con una visa de trabajo, les recomienda llevar una buena base de dinero. «Yo me fui con 1500 U$D (dólares norteamericanos) y me alcanzó justito para arrancar».
Averiguar y hacer contactos antes de viajar
También sugiere llegar con contactos hechos con personas que estén viviendo allí. «En mi caso, unos amigos de la primaria me alentaron a ir, y cuando llegué me prestaron una carpa, me ayudaron a comprar el primer auto, a buscar trabajo. Me dieron una mano grande y eso es muy importante». Averiguar bien cuándo son las temporadas de trabajo con el kiwi (la fruta emblema de Nueva Zelanda) o las naranjas, y saber en qué zona están las granjas o las empaquetadoras, también es algo que Nicolás recomienda a quienes quieren viajar, ya que la mayoría de los empleos para extranjeros están en esos rubros.
Comprar un vehículo también es algo en lo que deberá pensarse a poco de llegar. El transporte público es bueno en las ciudades, pero si se trabaja en granjas, Nicolás dice que es «imposible» depender del servicio público. «En lo posible hay que llevarse la licencia de conducir internacional.
Una página web útil para consultar información sobre visas, becas y normas para migrar a Nueva Zelanda es el sitio del departamento de inmigración: https://www.immigration.govt.nz/new-zealand-visas
Volvería a Nueva Zelanda
Desde hace unos 7 años Nicolás vive en Australia, pero dice que volvería a Nueva Zelanda porque le «encantó». «Nueva Zelanda tiene mucha paz, es mucho más tranquilo que Australia». El joven destaca la naturaleza, a la que califica de «espectacular», la seguridad en las rutas, la calidez de los nativos, la cultura maorí, las montañas, las playas, el estilo de vida. «Es un lugar donde se puede vivir bien, ahorrar y estar tranquilo», resume.
Muy bueno tu comentario Nico. Mi hijo más chico, Gerardo, vive en Nva. Zelanda desde hace tres años y dos incursiones anteriores de.tres años en donde les costó bastante el idioma local, ya que él nos decía que el inglés que se había tiene muy poco del británico y muchos apócopes del vocabulario local. Gracias a Dios y por poner empeño personal logró aprobar los exámenes para su residencia. Encuentra muy conforme el estilo de vida y cuando viene de visita año a año, extraña volver.
Que puedo decir de mi hijo con esa luz tan hermosa…
El dónde va hace de su lugar una maravilla!!!
Gracias por esta entrevista, gracias por todo lo que nos enseñó cuando fuimos a visitarlo a N. Z.
Recorrimos NZ en un motor Home…. Una experiencia única e inolvidable y él por supuesto el gran guia de lujo
Gracias, por todo. La familia Reginatto nunca se olvidará de ese hermoso viaje y de ese hermoso país!!!!
Hermoso relato Nico… fue inolvidable ir a visitarte….compartir tu experiencia… el itinerario que hicimos en Nueva Zelanda y los dias maravillosos en las islas de Cook. Disfrute cada instante de tan bello pais y aunque mi ingles es muy precario pude sentir la calidez respeto y buena onda de la gente de alli. Me enorgullece y llena de amor que seas mi hijo .. el mas grande.. el que extraño cada dia. Te amo 💕
Hermoso tu relato hijo. Nueva Zelanda es un pais maravilloso que disfrute con vos … del itinerario que recorrimos con lugares preciosos… personas respetuosas… buena energia… y mucha tranquilidad. A pesar de que mi ingles era pobre alli me fue impisible comunicarme.
Las islas Cook un paraiso que disfrutamos. Gracias hijo por enseñarme cada dia… te amo y extraño mucho 💕