La identidad otorgada a descendientes de inmigrantes por las autoridades de la península europea puede perderse por cinco motivos. Una duda recurrente es qué pasa si no participo de los comicios del viejo continente. Entérate en esta nota si pierdes o no la ciudadanía italiana en caso de no votar.
El Gobierno italiano habilita la ciudadanía italiana a inmigrantes y descendientes que viven o han vivido toda su vida en otros países. Es una forma de retribución por el gesto que tuvieron varias naciones de América latina de recibir con brazos abiertos a personas que escapaban del hambre y la guerra a finales del siglo 19 y principios del siglo 20.
Con el paso del tiempo, esta herramienta se convirtió en una ayuda vital para las personas de países hispano-hablantes que quieren migrar hacia el viejo continente. Es decir, que intentan “Hacer la América”, pero en el proceso inverso.
En este contexto, lograr la ciudadanía italiana es un anhelo de muchas personas que hoy buscan migrar. Este estatus además habilita un pasaporte que es la puerta de entrada para 188 países. Sin embargo, pocos saben que la doble nacionalidad se puede perder y otros tantos confunden las causas por las que eso puede ocurrir.
¿Qué pasa si no voto en las elecciones que se celebran en Italia? ¿Pierdo la ciudadanía italiana? Es una duda recurrente que te ayudamos a evacuar aquí.
Pero antes de avanzar en esta respuesta, es conveniente remarcar que la vida democrática de los países depende siempre del grado de involucramiento de sus ciudadanos. Esta nota, por ello, no busca desalentar la participación de los italianos que viven en el extranjero, sino que se propone contestar con profundidad una de las preguntas más repetidas entre las personas que tienen su doble nacionalidad.
La participación en las elecciones, por cierto, atañe de manera directa a los ciudadanos que viven en el extranjero. A menudo las fuerzas políticas debaten y disputan regulaciones o leyes que afectan los derechos de los descendientes de italianos, que buscan nacionalizarse, o de quienes han obtenido ya el estatus de italianos. Por ende, siempre podrán expresar en las urnas la posición que cada uno desea defender.
Si eres nuevo en estos asuntos, te invitamos a que visites nuestro apartado especialmente dedicado a la obtención de la ciudadanía, en este link. También puedes buscar información en la sección de pasaportes italianos que InfoCivitano.com mantiene actualizada.
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¿Cuál es el marco legal a partir del cual se reconoce la ciudadanía italiana?
La ley italiana 91/1992 regula los mecanismos de obtención y suspensión de la ciudadanía italiana. Entre las causas de corte o inhabilitación, se encuentran tres motivos: voluntarios, incompatibilidades y por voluntad del Estado.
En definidas cuentas, los motivos pueden resumirse en cinco:
- Por la Convención de Estrasburgo
Según la legislación, el ciudadano italiano que traslada su residencia a un país extranjero puede adquirir la ciudadanía de ese país, de acuerdo a las normas dictadas en la legislación de ese mismo Estado.
En caso de que un ciudadano italiano adquiera voluntariamente la ciudadanía de un país extranjero, conserva también la italiana. Esto es porque la ley 91/92 permite al ciudadano italiano poseer múltiples ciudadanías.
Sin embargo, como resultado de la Convención de Estrasburgo, a la que Italia se ha adherido junto con otros países europeos (Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos y Suecia), la adquisición voluntaria de la ciudadanía de uno de los Estados adherentes conlleva necesariamente la pérdida de la ciudadanía italiana, desapareciendo así el principio de “pluripolidia”, es decir, la posibilidad de tener múltiples ciudadanías.
Esta barrera tiene sus excepciones. Ya no se prevé la pérdida de la ciudadanía original en los siguientes casos:
- El ciudadano italiano por nacimiento y residente en Francia o en Países Bajos no pierde la ciudadanía italiana en caso de adquirir la francesa o la holandesa;
- El ciudadano italiano que adquiera la ciudadanía francesa u holandesa por haber residido en uno de los dos países antes de cumplir los dieciocho años, por el tiempo requerido, no pierde la ciudadanía italiana
- El ciudadano italiano que adquiera la ciudadanía francesa o holandesa como resultado del matrimonio con un ciudadano o ciudadana de uno de los dos Estados no pierde la ciudadanía italiana.
Los ciudadanos que hayan perdido la ciudadanía italiana, como resultado de la adquisición de la ciudadanía de uno de los Estados adherentes a la Convención de Estrasburgo o de cualquier Estado extranjero, antes de la entrada en vigor de la Ley 91/92, pueden recuperar la ciudadanía italiana regresando a Italia y estableciendo su residencia en un municipio italiano.
- Renuncia voluntaria a la ciudadanía italiana
El Artículo 11 de la Ley 91/92 prevé además la posibilidad de que el italiano que resida permanentemente en un país extranjero, y posea la ciudadanía de ese Estado, pueda renunciar a la ciudadanía italiana mediante una declaración específica ante la autoridad diplomática-consular italiana de primera categoría competente en el extranjero.
- Revocación de la adopción
Quienes hayan adquirido la ciudadanía por adopción, y la misma se le revoque por una causa imputable al adoptado, siempre que posea o adquiera otra ciudadanía.
El hijo mayor de edad que haya obtenido la ciudadanía italiana siendo menor de edad, a raíz de la adquisición o readquisición de la ciudadanía por parte de uno de los padres, puede renunciar a ella siempre que posea otra ciudadanía.
- Por aceptación de un cargo público en un país extranjero
Pierde la ciudadanía italiana el ciudadano que acepte un empleo, un cargo público de un Estado, un ente público extranjero o de un ente internacional en el que Italia no sea miembro, y no cumpla en el plazo fijado con la intimación de su país de origen de abandonar el Estado en cuestión.
- Por funciones en un país enemigo durante una guerra
Pierde la ciudadanía italiana quien en caso de guerra entre Italia y otro Estado, haya aceptado o mantenido un empleo o cargo público, o haya prestado servicio militar sin estar obligado a ello, o haya adquirido voluntariamente la ciudadanía del Estado contrario.
¿Qué pasa si no participo de las elecciones de Italia? ¿Pierdo la ciudadanía italiana?
En muchos países del mundo, votar en las elecciones de autoridades públicas es un derecho, pero también es una obligación cuyo incumplimiento puede acarrear sanciones y multas. Quizás por ello muchos de las personas que adquieren la ciudadanía italiana creen que la abstención electoral puede ser una causal de pérdida de la ciudadanía.
Pero, en este caso, no es así.
En Italia el voto es un derecho que tienen todos los ciudadanos mayores de 18 años, tal como lo establece el artículo 48 de la Constitución. Esa norma dictamina el principio del sufragio universal, reconociendo el voto, de carácter personal, igualitario, libre y secreto, a todos los ciudadanos mayores de edad sin distinción de sexo.
Votar en Italia es un deber cívico y un compromiso con la democracia. El abstencionismo, la posibilidad que también tienen los ciudadanos de no acudir a las urnas por elección personal y otros motivos, no está sancionado.
Por este motivo, no participar de las elecciones en Italia no es motivo para que pierdas la doble ciudadanía. Sin embargo, los comicios son una excelente oportunidad para que te puedas expresar con tu voto.
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¿Cuáles son los requisitos principales para obtener la ciudadanía italiana?
Es ciudadano italiano el hijo nacido en Italia o en el exterior de padre o madre ciudadanos italianos. Sin embargo, los hijos nacidos antes del 1° de enero de 1948 son ciudadanos italianos sólo si el padre es italiano, pues la mujer italiana transmite la ciudadanía a los hijos sólo a partir de esa fecha.
La transmisión de la ciudadanía iure sanguinis (por descendencia) por línea paterna no prevé límites generacionales pero no permite saltos, es decir que ninguno de los ascendientes debe haber renunciado nunca a la ciudadanía italiana. Por lo tanto, también pueden ser italianos los descendientes de abuelos o bisabuelos italianos.
Los hijos de mujeres italianas que nacieron antes de 1948 pueden acudir a los tribunales italianos para reclamar el derecho a la ciudadanía italiana. Existe sobre este reclamo una amplia jurisprudencia en favor de los demandantes y, por lo general, los juzgados fallan a favor de los hijos de mujeres italianas. Es la manera más directa que encontró el Estado moderno, hasta este presente, de equiparar los derechos y reparar el sesgo por género que pesa sobre los descendientes.
La solicitud de reconstrucción debe presentarse en el Consulado Italiano competente territorialmente de acuerdo al lugar de residencia del solicitante, si es que se tramita en el extranjero. El Consulado General es competente para el tratamiento de los expedientes de reconocimiento de la ciudadanía italiana.
También puede tramitarse en Italia, proceso que requiere de una serie de pasos, como la declaración de presencia, sobre la cual puedes leer en este informe, y el Permesso di soggiorno, sobre el que podrás conocer en este link.
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