Voluntariados 2024: cómo es la estrategia para viajar y conocer el mundo sin pagar alojamiento

Los voluntariados permiten intercambiar alojamiento y a veces también la comida por algunas horas de trabajo y existen opciones en los destinos más populares y también en los más recónditos del planeta. Una opción con gran crecimiento en la última década que ya se aplica a rubros de trabajo muy diversos.

Una cordobesa nómade en el mundo de los voluntariados

Anameli Bressan Zini (37) es cordobesa y profesora de historia. Hace 7 años, decidió cambiar los pizarrones por las mochilas y decidió viajar a México junto a su pareja, músico, para vivir una experiencia diferente. Desde entonces no dejó de viajar por el mundo y conocer diferentes culturas trabajando en distintos rubros. Quizás por eso Anameli se define a sí misma como «una nómade», aunque hoy reconoce que tiene ganas de asentarse en algún lugar.

«Vivía corriendo entre diferentes trabajos, corrigiendo cientos de exámenes, necesitaba hacer algo diferente con mi vida, y con mi pareja fuimos detrás de una oportunidad laboral en las playas del caribe», explica. 

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En uno de sus viajes, compartió alojamiento con otros jóvenes que habían vivido la experiencia del voluntariado en hostales, y a partir de entonces comenzó a interiorizarse en esta modalidad de viaje. «En aquel entonces existían dos plataformas de voluntariados en la web: Workaway y Coachsurfing, pero hoy hay muchas otras opciones más», explica. 

Fue recién hace dos años, en el inverno de 2022 cuando la profe de historia hizo su primera experiencia de voluntaria en un hostal de Barcelona. «Era la posibilidad de conocer diferentes destinos durante más tiempo, de vincularme con personas locales y su cultura y hacerlo sin que el costo sea un problema», explica.

Desde entonces no para de viajar y, realizando voluntariados, ya conoció Barcelona, Tenerife, Monserrat, Cadiz, Granada y Portugal.

Qué son los voluntariados y los intercambios entre viajeros

Si bien la filosofía original de estas aplicaciones fue la de promover el intercambio cultural a bajo costo, hoy los voluntariados son una alternativa que combina trabajo y viajes de una forma menos rígida y más adecuada para mochileros y amantes de los viajes. 

«Es una práctica que empezó principalmente en hostales, pero se extendió a prácticamente todo, incluso a tareas muy domésticas y del ámbito familiar privado. Hay personas que quieren restructurar una propiedad y hacen intercambios de alojamiento y comida a cambio de ayuda con tareas de mantenimiento algunas horas a la semana».

El crecimiento de estas modalidades vino de la mano con el desarrollo de plataformas online que facilitan el contacto entre establecimientos y voluntarios. CoachSurfing es una plataforma habilita el intercambio entre particulares, de este modo una persona le brinda alojamiento gratuito en su casa a otra para que pueda conocer su ciudad, para posteriormente hacer la experiencia inversa. WorkAway en cambio, habilita el alojamiento en establecimiendos diversos (hostales, granjas, particulares) a cambio de algunas horas de trabajo voluntario y, a veces, el desayuno también queda incluido. 

De aquellas plataformas iniciales, hoy existen muchas más. 

Cómo es esta modalidad de intercambio

En general, quienes realizan voluntariados en hostales, pueden brindar al establecimiento alguna tarea (limpieza, preparación de desayunos, actividades recreativas o guía turística para los pasajeros) a cambio de una cama en una habitación, generalmente compartida con otros miembros del staff, y en algunos casos también comidas (como desayunos o almuerzos) o incluso descuentos para distintas actividades que brinde el hostal.

Anameli explica que actualmente hay voluntariados en muchos tipos diferentes de establecimientos, como hostales, granjas orgánicas, particulares que necesitan que les cuiden sus viviendas, a sus hijos o sus mascotas, organizaciones sociales, refugios de animales, instituciones de educación para niños con modalidades de aprendizaje diferentes, granjas de bioconstrucción, circos, escuelas de arte, etc. 

En general, los voluntariados son por plazos determinados de entre tres semanas y un mes, y se suele pedir un tiempo mínimo de permanencia. Muchas veces se implementa una semana de prueba para ver si las partes se encuentran cómodas y satisfechas, y después se le pide un compromiso de un tiempo de aviso previo, sobre todo en tareas de hostelería que hace falta un reemplazo para que uno tenga el tiempo de cubrir esa vacante.

Qué hace un voluntario

Si bien en algunos lugares existen contratos o pautas por escrito, en la mayoría de los lugares son precarios acuerdos de palabra. «Nadie tiene una obligación escrita de cumplir absolutamente nada, porque empezaron justamente como eso, intercambios voluntarios».

En principio, los voluntariados no deben involucrar más de 25 horas semanales, ya que deben ser siempre part-time para no constituir un vínculo laborar que requiere otras formalidades. Anameli comenta que hay lugares en los que ofrecen tareas de 30 o 32 horas semanales, pero «más de eso ya no entraría en la categoría de voluntariado», dice. 

En el caso de los hostales, los establecimiento suelen buscar personas para tareas de recepción (check in – check out), pero algunos establecimientos aprovechan para agregar otras tareas como hacer desayunos, limpieza de baños, cocina y habitaciones). «Yo creo que un voluntario no debería realizar tareas de limpieza, pero en muchos casos los establecimientos lo implementan», agregó Anameli.

También hay hostales que buscan personas que organicen actividades para los pasajeros, como visitas guiadas, talleres de yoga, noches de tragos o clases de surf). Algunos lugares mezclan ambas cosas, recepción y limpieza con animación.

Experiencias positivas

Los voluntariados permiten conectar con otras personas, sobre todo locales, pero también que vienen de otras partes del mundo y pasan por estos hostales. Es una muy buena forma de prácticas de idiomas en establecimientos donde se cruzan muchas nacionalidades. También permite viajar de forma más económica, y poder estar por largo tiempo en ciertos destinos sin poner plata del bolsillo. En general, las tareas no son tan pesadas, lo que le da un plus.

Los voluntariados también brindan la posibilidad de conocer destinos que, por los costos, no podrían haber sido visitados de otro modo. También nos permiten conoce o considerar destinos que quizás no pensábamos visitar originalmente, pero que al surgir una oportunidad de voluntariado, entran en nuestra ruta y nos pueden sorprender gratamente. “El viaje se vuelve tan liviano y poco costosos que uno se da el lujo de decir «donde me acepten voy», comenta.

También se pueden cosechar muchos contactos por todo el mundo. “la red de contactos que te generan estas experiencias, te dan la posibilidad de ir luego a otros lugares por recomendaciones”, agrega. 

El lado oscuro de los voluntariados

Pero por supuesto no todo es color de rosa en este tipo de experiencias. Algunas de esos “malos momentos” fueron relatados a Anameli por algunos de sus contactos y amigos, ya que ella, por suerte, no vivió ninguna en persona. 

“Hay personas que han caído a lugares con personas que han generado situaciones incómodas, con situaciones de abuso emocional o físico”, explica, y agrega que la explotación es bastante habitual en los voluntariados. “Hay que saber elegir y chequear bien. Hay personas que piensan en los voluntarios como mano de obra barata y en realidad  lo que los motiva no es el intercambio sino buscar gente que le paguen poco y que trabaje mucho”.

Entre las experiencias recogidas por Anameli en las entrevistas, algunos voluntarios le hablaron de lugares en los que debieron dormir en el piso o en condiciones muy malas, sin baños. 

Si has tenido una experiencia de voluntariado, te invitamos a compartirla en los comentarios.